Elon Musk baila de alegría en Shanghái

El pasado 7 de enero, frente a una audiencia de empleados, periodistas y funcionarios gubernamentales, el CEO de Tesla, Elon Musk, bailó en el escenario de la nueva Gigafactory que su compañía abrió en Shanghái. Tenía buenas razones para estar feliz: el apoyo de incentivos gubernamentales y el lanzamiento del primer modelo Tesla fabricado en China (un Modelo 3), a penas un año después de comenzar la construcción de la planta de producción. El precio de las acciones de la compañía subieron más del 5%. Todo indica que Tesla está lista para el éxito en uno de los mercados más difíciles del mundo.

¿Cómo Musk avanzó tan rápido en China?

En noviembre de 2019, un periodista chino publicó un artículo titulado “Una lucha silenciosa por el poder: los cuatro apretones de manos detrás de la entrada de Tesla en el mercado chino”, que analiza en profundidad el rápido progreso de Tesla en el gigante asiático.

En resumen, el gobierno chino aspira a que Tesla sea el engranaje que ayude a poner en marcha la industria china de vehículos eléctricos y facilite el desarrollo de un ecosistema virtuoso similar a como Apple permitió la generación de un enorme grupo de desarrolladores alrededor de su propio éxito. O tal como algunos consultores de negocios en China han aconsejado (correcta o incorrectamente) a las empresas durante décadas: si desea tener éxito en China, asegúrate de que tus objetivos se alineen con los del gobierno.

En esta página podrá encontrar la traducción completa (en inglés). Alguno de los principales puntos son:

A principios de 2008, el CEO de Tesla, Elon Musk, dio la bienvenida a un invitado especial a su sede de San Francisco: el Ministro de Ciencia y Tecnología de China, Wàn Gāng 万钢

…Ese año, las vidas de Musk, de 36 años, y su compañía Tesla, de cinco años de antigüedad, pendían de un hilo: contaba con sólo US$ 9 millones restantes en los libros de la compañía y un capital que se estaba agotando. Otro de sus proyectos, SpaceX, también enfrentaba problemas financieros después de que tres lanzamientos de cohetes fallidos…

… Esta fue la primera reunión entre Wan Gang y Musk, también la primera vez que Musk estrechó la mano de China. En ese momento, ambos ignoraban que 10 años más tarde ambos serían los dos actores más fuertes en el escenario global de energía alternativa.

Tesla experimentó un punto de inflexión a fines de ese mismo año, cuando el 23 de diciembre la NASA le otorgó a SpaceX un contrato por US$ 1.600 millones. Al día siguiente, Musk sacó sus US$ 20 millones restantes y, con la ayuda de sus empleados y amigos, reunió US$ 40 millones con una nueva ronda de financiamiento antes del 24 de diciembre, salvando a su compañía.

Una vez de regreso en China, Wan Gang se hizo cargo de la industria automotriz china y lanzó una carrera para ponerse a la altura de los últimos avances en energía alternativa. Para convertir su visión en realidad, Wan decidió aprovechar al máximo las ventajas de China: un vasto mercado de consumo, un sólido sistema financiero central y una madura cadena de producción industrial.

Once años después, en 2019, Musk se presentó en la inauguración de su nueva Gigafactory en Shanghái. Tesla se había convertido en la primera compañía automovilística extranjera en obtener permiso para construir una planta de producción totalmente extranjera en China.

Puede leer el resto de la nota aquí (en inglés).