Alibaba recibe histórica multa de US$2.800 millones en caso antimonopolio

En un importante paso en su campaña contra las grandes corporaciones locales de tecnología, el gobierno chino multó al gigante del comercio electrónico Alibaba por abusar de su posición en el mercado.

Ilustración de Alex Santafé.

Artículo original escrito por Chang Che / 12 de abril, 2021.

El sábado 10 de abril, las autoridades chinas multaron a Alibaba a pagar US$2.800 millones tras una investigación antimonopolio. El caso, que comenzó en diciembre del año pasado (en chino), fue el último episodio de una ofensiva del gobierno contra los monopolios de plataformas tecnológicas de China, lo que el Diario del Pueblo describió (en chino) como “la desordenada expansión del capital”. La frase había sido utilizada anteriormente a fines del año pasado, en una reunión del Politburó dirigida por el presidente Xí Jìnpíng 习近平 sobre regulación antimonopolio.

La multa es la más grande impuesta en un caso antimonopolio chino hasta la fecha, casi triplicando el récord anterior de US$ 1.000 millones, impuesto en 2015 al fabricante estadounidense de chips Qualcomm. A pesar de que la nueva multa equivale a un 4% de las ganancias anuales de Alibaba de 2019, la cifra está dentro de los límites establecidos por las nuevas disposiciones antimonopolio (en chino), las cuales exigen que las multas sean “superiores al 1%, pero inferiores al 10% de las ventas anuales”.

“Aceptamos la pena con sinceridad y aseguraremos nuestra conformidad con determinación”, declaró Alibaba en un comunicado (en chino). La compañía adoptó un tono aún más conciliador en una carta posterior (en chino) a los clientes, en que describió la decisión del regulador como “una llamada de atención”, y “una señal de preocupación” para el futuro desarrollo de la industria.

A pesar de la considerable suma, la multa, liderada por el ente regulador de China conocido como la Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR), es más simbólica que sustantiva. Alibaba aún conserva un dominante imperio de comercio electrónico, el cual incluye no solo el comercio minorista en línea, sino también logística, alimentos, entretenimiento, redes sociales, reservas de viajes, transmisiones en vivo y mucho más. En 2019, la compañía representó más de la mitad de todas las compras minoristas en línea realizadas en China. Alibaba y su fundador, Jack Ma (马云 Mǎ Yún), también controlan Ant Group, que junto a las empresas de Tencent, forma casi un duopolio del sector fintech de consumo y pagos móviles de China.

“Alibaba hoy no es solo una empresa de comercio en línea”, escribió Zēng Míng 曾 鸣, presidente del Consejo Académico de Alibaba Group, en 2018. “Alibaba hace lo que Amazon, eBay, PayPal, Google, FedEx, mayoristas y una buena parte de los fabricantes realizan en Estados Unidos, con una saludable ayuda de servicios financieros como acompañamiento”.

A pesar de que la multa no reduce la participación de mercado de Alibaba, sí empodera a competidores como JD, el segundo mayor actor de comercio electrónico de China, y Pinduoduo, una ascendente estrella, a reclamar la próxima vez que Alibaba intimide a sus comerciantes para que vendan exclusivamente en su plataforma. El 2020, las historias de vendedores de Alibaba que se vieron obligados a elegir entre plataformas competidoras llegaron a los titulares internacionales, lo que contribuyó a la presión nacional para lograr regulaciones antimonopolio más estrictas.

¿Pioneros digitales o capitalistas codiciosos?

Críticos en occidente han argumentado durante mucho tiempo que los problemas antimonopolio de Alibaba se deben a una lucha de poder entre el Partido Comunista y los capitalistas, mientras describen a la acción reguladora en Estados Unidos como una aplicación del estado de derecho. El ahora infame discurso de Jack Ma, en que criticó a los reguladores financieros de China en una conferencia de octubre de 2020, ha sido ampliamente tomado como la principal evidencia: un empresario independiente que entra en conflicto con el estado unipartidista de China.

Pero la historia que Ma presentó en la conferencia sobre el papel de Alibaba en la sociedad china no fue diferente a la de sus colegas de Silicon Valley en EE.UU. En una serie de audiencias públicas en el Capitolio el año pasado, los directores ejecutivos de Facebook, Amazon, Apple y Google argumentaron que sus plataformas todavía estaban creando nuevas oportunidades, no destruyéndolas como temían los reguladores. Sus ecosistemas en constante expansión, desde este punto de vista, no son síntomas de un capitalismo que salió mal, sino un intento de proporcionar nuevos servicios y oportunidades económicas a sus clientes.

El discurso de Ma en Shanghái argumentó algo similar: que la frontera digital todavía está ampliamente  abierta y que la regulación es prematura. “Hace 17 años, no teníamos tecnología, ni datos, y un juicio inexacto sobre cuál sería el futuro”, dijo (en chino) con respecto a las contribuciones de Alibaba a China. Al comparar a los capitalistas del sistema financiero chino con los ríos, sugirió que su empresa debe seguir desempeñando el papel de pionera digital al crear nuevas vías fluviales: “Hoy necesitamos más lagos, estanques, arroyos y afluentes, todo tipo de piscinas”.

Una historia de dos gobiernos

Sin embargo, los muros se están cerrando para las grandes tecnológicas en ambos lados del Pacífico. En EE.UU. los reguladores han argumentado que al controlar plataformas de enorme escala, las grandes empresas tecnológicas pueden establecer importantes reglas que perjudican a los vendedores. En un tenso intercambio en el Capitolio, la representante de la Cámara de Representantes, Pramila Jayapal, le recordó a Jeff Bezos, el CEO de Amazon, que su compañía se estaba convirtiendo en un competidor y en un árbitro. “Así que puede establecer las reglas del juego para sus competidores, pero no seguir esas mismas reglas usted mismo”, dijo. “¿Cree que eso es justo para las pequeñas empresas que intentan vender en su plataforma?”.

De igual manera, los reguladores chinos multaron a Alibaba por perjudicar a los vendedores con un método conocido como el monopolio de “elegir uno de dos” (“二 选 一” 垄断 行为), en que un proveedor de plataforma limita el número de plataformas competidoras donde un comerciante puede vender su bienes. En las redes sociales chinas -donde el hashtag (en chino) “Alibaba Group recibió una multa de US$2.800 millones” fue visto 780 millones de veces- los internautas simpatizaron abrumadoramente con los reguladores, y pidieron que se también examinara a otras plataformas chinas. “¿Cuándo van a atrapar a Tencent? ¿Meituan?” exclamó un popular comentario (en chino).

Muchos ciudadanos chinos también sienten que las acciones antimonopolio de su gobierno ejemplifican el estado de derecho, y que se aplicará de manera coherente. “No tomes esta multa como una amenaza vacía”, escribió un usuario en Zhihu, otro sitio de redes sociales (en chino). “El gobierno no solo está apuntándote a ti Alibaba, todas sus decisiones tuvieron una base legal… y se aplicarán universalmente”.

Una visión similar – ominosa para Tencent, JD y otros- fue expresada por expertos legales chinos entrevistados por Reuters. “Las multas del gobierno en defensa de la competencia contra los principales monopolios de plataformas definitivamente no terminarán aquí”, dijo Wú Gé (吴 革), director de un bufete de abogados de Beijing. “Habrá más multas a futuro”.