China insinúa término a límites de natalidad de dos hijos en noreste del país

El noreste de China está sufriendo una grave caída en las tasas de natalidad, mientras sus jóvenes migran hacia otras regiones del país. ¿Puede ayudar a remediar esta situación la eliminación de la actual política de natalidad de un máximo de dos hijos?

chinese baby
Yu ping / Reuters

Alarmadas por una mayor caída en la tasa de natalidad derivada de la crisis del COVID-19, las autoridades sanitarias chinas indicaron esta semana que las ciudades del noreste del país podrían tomar la iniciativa de alentar a las parejas a tener más hijos, mediante la eliminación de todas las restricciones existentes. Aunque la política del hijo único ya no está en vigor, la mayoría de las parejas chinas solo pueden tener dos hijos como máximo.

La sugerencia, sin embargo, fue recibida con escepticismo y rechazo en las redes sociales locales, donde los internautas argumentaron que la disminución en la natalidad era un problema que requería mucho más que abolir los controles de población.

En una breve declaración (en chino) publicada el 18 de febrero, la Comisión Nacional de Salud de China dijo que “valía la pena explorar” la idea de permitir a las parejas del noreste de tener tantos hijos como quisieran. El anuncio fue en respuesta a una propuesta de un delegado -cuyo nombre no fue revelado- de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, (CCPPC) el principal organismo asesor político del país.

En el documento, la comisión dijo que la reducción y el envejecimiento de la población en el noreste era producto de variadas transformaciones económicas y sociales de la última década, entre ellas el debacle económico de muchas plantas de acero y minas de carbón locales, lo cual dejó a millones de personas sin trabajo, obligando a los jóvenes locales a emigrar a megaciudades como Beijing y Shanghái en busca de oportunidades laborales.

Aunque varios gobiernos locales en el noreste de China han relajado las políticas de planificación familiar buscando aumentar las tasas de fertilidad, como fue el caso de la provincia de Heilongjiang (en 2016 introdujo una política que permitía a las parejas calificadas tener un tercer hijo), la comisión señaló que las preocupaciones financieras y la tendencia de las mujeres a privilegiar su carrera laboral en desmedro de la maternidad, han “reducido drásticamente la eficacia de las políticas”.

Si bien la declaración no reveló ningún plan concreto, la comisión alentó a las provincias del noreste del país a analizar cómo “la eliminación total de las restricciones de planificación familiar” afectaría su crecimiento económico, su estabilidad social y sus recursos locales.

Ante la caída en picada de las tasas de natalidad y el envejecimiento de su población, China relajó su controvertida “política de un solo hijo” en 2016, permitiendo que todas las parejas tuvieran dos descendientes. En los años siguientes, el gobierno chino ha experimentado con una amplia gama de medidas destinadas a diseñar un baby boom, incluyendo incentivos y subsidios para los padres, y una agresiva campaña de propaganda.

Sin embargo, estos esfuerzos no parecen haber dado frutos. La tasa de fertilidad del país ha estado en constante declive: en 2019 cayó a un mínimo histórico, un 2,15% menos que el año anterior. Y a pesar de algunas predicciones de que la pandemia del COVID-19 podría haber llevado a un auge de bebés en cuarentena, los datos preliminares publicados este año por algunas provincias chinas sugirieron que era mucho más probable lo contrario.

La crisis demográfica es particularmente grave en el noreste de China, donde el número de recién nacidos se encuentra entre los más bajos del mundo. Para empeorar las cosas, la zona, que a menudo se conoce como el Cinturón de Óxido de China, un importante centro industrial hasta la década de 1990, ha estado luchando por detener el éxodo de su población a medida que sus jóvenes residentes viajan en busca de mejores perspectivas.

Dado que previamente en la provincia de Liaoning se ha discutido el eliminar por completo los límites de natalidad, la última señal enviada por las autoridades sanitarias chinas no debería ser una sorpresa. Aún así, los usuarios de las redes sociales reaccionaron enérgicamente a la noticia, indicando a los legisladores que las habitantes  consideran a la paternidad como una elección personal y no una responsabilidad social. “Los niños no son baratos. Nosotros, los del noreste, estamos demasiado arruinados para eso”, escribió un usuario de Weibo (en chino).

Artículo original escrito por Jiayun Feng / 18 de febrero, 2021.