Despacho desde Shenzhen: La floreciente industria china de los drones

El gigante asiático domina el negocio mundial de los drones comerciales y de consumo, y el centro neurálgico de esta nueva industria es Shenzhen. The China Project acudió a la exposición de drones de este año en la ciudad sureña, y esto es lo que encontramos.

drones
Ilustración de Alex Santafe.

Artículo original escrito por Chang Che / 25 de mayo, 2021.

El sábado 22 de mayo, en el corazón del distrito central de negocios de Shenzhen, la mayor conferencia y exposición de drones del mundo se celebró bajo un cielo gris.

Un total de 369 expositores mostraron unos 2.000 productos de drones de una variedad asombrosa. Minidrones del tamaño de un reloj de pulsera revoloteaban junto a drones de carga del tamaño de aviones de cuatro plazas. En la sala de conferencias, los fabricantes de drones y los proveedores se mezclaron e intercambiaron contactos por WeChat. En los stands, algunas presentaciones fueron bastante austeras y abordaron puntos más delicados de la seguridad pública y la gestión de crisis. Otras eran puramente recreativas: en una esquina de la sala de exposiciones, niños jugaban “fútbol de drones 3v3” ante una multitud de padres que los aclamaban.

Shenzhen es considerada el Silicon Valley de China. Obtiene más de un tercio de su PIB de su floreciente sector tecnológico y es sede de gigantes mundiales como Tencent y Huawei, además del mayor fabricante de vehículos eléctricos de China, BYD. En los últimos años, con el éxito mundial del fabricante de drones DJI, también se ha ganado el título de “capital mundial de los drones“. La VI Exposición Internacional de Vehículos Aéreos no Tripulados de Shenzhen, celebrada en un pabellón de exposiciones de más de 6.000 metros cuadrados, ofreció una panorámica de este sector en rápido crecimiento, que ya cuenta con importantes clientes en Estados Unidos.

1. China es y será el líder de los drones comerciales.

En un modesto stand situado en el centro de la sala de exposiciones se encontraba el gigante de los drones DJI. A pesar de su bloqueo comercial por Estados Unidos el año pasado, esta empresa de US$15.000 millones sigue controlando el 80% de la industria mundial de drones no militares. Su competidor más cercano, Intel, por el contrario, posee el 4% y no vende drones de consumo, sino que se centra en shows de luces y otros usos limitados).

Entre los modelos de consumo expuestos aquella jornada se encontraba el DJI Air 2S, un dron gris metálico del tamaño de una mano que captura vídeo con una resolución de 5,4k, más del cuádruple que una película estándar en alta definición.

“No se trata sólo de que DJI sea el actor dominante”, escribe 36Kr, un blog de tecnología (en chino), “su éxito es significativo en el sentido de que es la primera empresa china que realmente lidera el mundo de la tecnología”. De hecho, el dominio de DJI -una primicia para las empresas chinas- no es una casualidad. A lo largo de la década de 2010, los drones de DJI dejaron atrás a sus competidores; eran significativamente más baratos (se calcula que cuestan entre un 10% y un 20% menos que los drones estadounidenses), más avanzados tecnológicamente y más elegantes que sus competidores estadounidenses GoPro y 3D Robotics. El drón de DJI es “por lejos el dron más compacto disponible en la actualidad”, afirma The Verge. “Puedes meter el Karma [de GoPro] en tu mochila promedio, pero puedes deslizar el Mavic en algo tan pequeño como un bolso, un porta botellas de agua, incluso un bolsillo grande”.

Detrás de la ventaja competitiva de DJI está la vibrante Shenzhen. Desde sus días de fabricación de productos de gama baja en la parte inferior de la cadena de valor, la ciudad ha evolucionado hasta convertirse en una incubadora de gigantes tecnológicos de talla mundial, con infraestructuras, proveedores de componentes, talento de alta tecnología y mano de obra de bajo costo, todo concentrado en un solo lugar. Según Wáng Diànjiǎ 王殿甲, uno de los vicealcaldes de Shenzhen, sólo en su distrito de Nanshan había más de 80 empresas de drones (en chino) en octubre pasado, creando una producción anual de más de US$3.000 millones.

La concentración de empresas de drones en Shenzhen es ideal para la competitividad e innovación global del sector. Los componentes baratos de los drones, como las baterías, benefician a toda la industria. Mientras tanto, el capital humano -el talento y el conocimiento de los procesos para construir drones- se transfiere fácilmente entre las empresas. No es casualidad que en los años en que DJI ha dominado el mercado de los drones recreativos, las industrias afiliadas también se hayan disparado. Desde 2016, por ejemplo, empresas chinas como Shenzhen Damoda Intelligent Control Technology y EHang, ambas presentes en la exposición, han superado a su competidor estadounidense Intel en el ámbito de los espectáculos de luces para drones. El anterior récord mundial de Intel, de 500 drones, fue superado por EHang y Damoda, que utilizaron 1.000 y 3.051 drones, respectivamente. Una demostración de mayor precisión técnica y capacidad de coordinación.

El sector del entretenimiento con drones también ha hecho algo extraordinario: Ha atraído la atención de nuevos inversores potenciales que tienen bolsillos holgados. Desde que en abril pasado un código QR aéreo fabricado con drones por la empresa de transmisión de vídeo Bilibili ocupó los titulares internacionales, es probable que la vasta economía publicitaria de China se apunte a la publicidad con drones. Todo esto significa que el mercado chino de los drones estará repleto de liquidez, incluso cuando se enfrente a competidores mundiales ya más debilitados.

2. El sector se está profesionalizando a medida que crecen las aplicaciones.

Los analistas estiman que más de dos tercios de los drones se compran con fines profesionales. De hecho, la mayoría de las empresas presentes en la exposición dijeron a The China Project que trabajaban con gobiernos e industrias en lugar de vender a los consumidores. Además de ser más lucrativo para las empresas emergentes, las instituciones están mejor equipadas para superar los obstáculos normativos. En Estados Unidos, los drones que vuelan en un espacio aéreo restringido requieren la aprobación de la Administración Federal de Aviación, pero los usuarios suelen ser libres de volar donde quieran. En China, existen restricciones mucho más estrictas y frecuentemente aplicadas a individuos que les prohíben volar drones por encima de una determinada altura y cerca de aeropuertos, instalaciones militares u otras zonas vigiladas, como los puestos de control de la policía.

Pero las empresas de drones que colaboran con los gobiernos, por ejemplo en la vigilancia y la seguridad pública, no tienen problemas con la legislación.

Un actor destacado es INNNO (因诺科技). Fundada en 2015 se presenta como una navaja suiza para los puntos débiles de las industrias, ofreciendo aplicaciones para “la protección del medio ambiente, la conservación del agua, la seguridad pública, el transporte, la lucha contra los incendios, rescates de emergencia y otros”. Un ejemplo en el sector de la energía muestra a los drones de INNNO inspeccionando líneas y torres eléctricas en lugar de usar a un trabajador.

Otro actor -que tuvo uno de los mayores stands de la exposición- es AutoFlight. Con sede en Shanghái, promete ofrecer taxis aéreos en 2025. Su dron eléctrico V400 Xintianweng, del tamaño de un helicóptero, puede soportar un máximo de 500 kilos y se espera que se utilice en entregas urgentes, además de emergencias médicas y de incendios.

3. Las innovaciones de la industria se producen en el software, no en el hardware.

A pesar de la variedad de formas y tamaños en la exposición de drones, las mayores innovaciones se están produciendo en el software. Una empresa de drones de rápido crecimiento, AirDwing, junto con su plataforma propia basada en la nube, KiteBeam, se está convirtiendo con rapidez en lo que DJI es para el software de los drones (en chino). La empresa, con sede en Shenzhen, trabaja con socios de drones, principalmente DJI, para ofrecer herramientas de gestión más sofisticadas a gobiernos e industrias que quieren utilizar una flota de drones para diversas aplicaciones.

El software de KiteBeam facilita la visualización y planificación de las rutas de vuelo, la coordinación y gestión de varios drones, su conexión a las redes informáticas existentes, además del almacenamiento y el análisis de los datos que recogen los drones. “AirDwing no es solo una herramienta de gestión”, dijo Jì Hóng 季鸿, director general de AirDwing, “es todo un sistema de planificación para drones que hace realidad el verdadero potencial del sector”.

“DJI solía querer competir en el ámbito del software, pero ahora ha renunciado y nos ha dejado eso principalmente a nosotros”, dijo un empleado de AirDwing a The China Project. Este año, la pequeña empresa tecnológica fue noticia al conseguir un contrato (en chino) para construir un sistema de control de drones para la brigada de bomberos y rescate de la provincia de Guangdong.

En un fenómeno similar al que está ocurriendo en la industria china de los vehículos eléctricos, empresas como KiteBeam están integrando su software con el hardware de DJI para crear un elegante sistema de gestión de drones. Su compatibilidad con DJI -la marca principal utilizada por las agencias federales de EE.UU., el ejército y más de 900 agencias locales y estatales de policía y de servicios de emergencia- da a la empresa el potencial para globalizarse y poner su marca en la industria.

“Independientemente de cómo se desarrolle esta industria, el objetivo final de AirDwing es ayudar a China a tener voz y voto en los estándares internacionales”, dijo Hong.

4. Se necesita un millón de pilotos de drones.

En un comunicado de prensa de 2019, DJI dijo que empleaba a más de 14.000 personas, y el número probablemente ha crecido desde entonces. Sumando a las personas que trabajan para los proveedores y competidores de DJI, y todos los actores en las industrias de hardware y software de drones, probablemente haya más de 100.000 personas empleadas en el diseño, la codificación y la fabricación.

Pero también hay una creciente demanda de una nueva profesión. La mayoría de los drones requieren operadores humanos experimentados, y hay escasez de ellos. En abril de 2019, el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social añadió (en chino) “pilotos de drones” a la lista de profesiones de alta demanda, estimando que se necesitará un millón en los próximos tres años.

Según un sitio chino de noticias sobre drones (en chino), un piloto novato de drones puede ganar entre US$600 y US$900 al mes, mientras que los pilotos que realicen un número mínimo de clases de formación y horas de vuelo pueden obtener licencias de la Administración de Aviación Civil, lo que puede aumentar su salario a más de US$2.300 al mes.