El sangriento legado del maoísmo en Perú enturbia una polarizada elección presidencial

Mientras el temor al maoísmo y al comunismo podría ayudar a la derecha peruana en las elecciones presidenciales, la imagen actual de China en el país latinoamericano parece no ser afectada por los crímenes cometidos por Sendero Luminoso.

Abimael Guzmán luego de ser detenido en 1992. Vía Semana.com (Foto AFP).

El domingo 6 de junio Perú se encuentra en una coyuntura crítica ante una incierta segunda vuelta presidencial. La derechista Keiko Fujimori, hija y heredera política del autoritario ex presidente Alberto Fujimori, que gobernó el país entre 1992 y 2000, se postula por tercera vez consecutiva a la presidencia. Se enfrenta al aspirante Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre, la mayor sorpresa de la primera vuelta. Sus posibilidades reales de ganar la carrera han hecho entrar en pánico al sector empresarial y a los grupos más conservadores de la sociedad peruana, asustados por la retórica izquierdista de Castillo, que incluye la promesa de nacionalizar algunos naturales como el gas.

“Pedro Castillo ha labrado una carrera política fuera de los canales habituales de la élite política limeña”, afirma el diario español El País. “Tras conocerse que sería el rival de Fujimori, Castillo desembarcó en la carrera hacia la segunda vuelta de las presidenciales con posturas de izquierda en el aspecto económico, envueltas en conservadurismo moral y retórica de pueblo despojado contra, precisamente, esa élite limeña a la que pertenece su adversaria”, añadió el diario español.

Antes de que sus detractores equipararan a Castillo con los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y advirtieran de una debacle económica si ganaba, sus oponentes le acusaron de tener vínculos con el grupo terrorista de inspiración maoísta Sendero Luminoso, fundado en la década de 1970. Desde finales de los 80 hasta principios de los 90, Sendero Luminoso sumió al país andino en el caos, con atentados y asesinatos de campesinos y funcionarios públicos. Aquellos crímenes fueron respondidos con una respuesta igualmente brutal por parte del gobierno de Alberto Fujimori, padre de Keiko y que actualmente cumple una condena de 25 años de prisión por el largo listado de violaciones de los derechos humanos durante su mandato.

Aunque Sendero Luminoso sigue manteniendo una pequeña presencia en una zona vinculada al narcotráfico, el grupo ya no es tan influyente como lo fue hace casi 30 años. Sin embargo, el pasado 23 de mayo hombres armados mataron a 16 personas, entre ellas dos niños, en la remota región del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. Según la agencia EFE, el ejército peruano está convencido de que el Partido Comunista Militarizado del Perú -nombre con el que se autodenominan los herederos de Sendero Luminoso- es el responsable de la masacre, basándose en los panfletos encontrados en el lugar de los hechos.

¿Cómo pudo un grupo maoísta convertirse en una fuerza tan poderosa en un lugar tan alejado de China, y precisamente cuando el maoísmo estaba siendo enterrado por el Partido Comunista en Beijing? En su libro “Maoísmo, Una Historia Global“, la autora Julia Lovell dedicó un capítulo entero a Sendero Luminoso y a cómo su fundador, Abimael Guzmán (alias “Presidente Gonzalo”), se inspiró tras visitar China primero en 1965 y luego en 1967, en los inicios de la Revolución Cultural:

A medida que el entusiasmo por la revolución de Mao arrasa entre la izquierda política a escala mundial, un profesor peruano de filosofía asiste a una escuela de adiestramiento militar en Nankín. Más tarde se especula que allí conoció a Saloth Sar – que tiempo después sería conocido como Pol Pot, artífice del genocidio de los Jemeres Rojos en Camboya-, que ese año también asiste a clases en la Yafeila Peixun Zhongxin (el centro de entrenamiento en Beijing para Asia, África y América Latina, situado en los alrededores marmoreos del Palacio de Verano imperial), una entidad que acoge a revolucionarios de esas regiones […]

Abimael Guzmán fue uno de los varios miles de latinoamericanos -presidentes, pintores, poetas, filósofos, ingenieros agrónomos, activistas sindicalistas- que viajaron a la China de Mao y regresaron a su país llenos de admiración por sus logros. Dentro de ese grupo, Guzmán pertenecía a un subconjunto de un millar de individuos) que habían recibido entrenamiento militar, así como una generosa hospitalidad”.

Abimael Guzmán fue finalmente detenido en 1992 y pronto la mayor parte de Sendero Luminoso se desmoronó y fue capturado. En la actualidad, Guzmán cumple una condena de cadena perpetua en prisión. En 2003, una Comisión de la Verdad y la Reconciliación peruana que estudió las violaciones de los derechos humanos cometidas entre 1980 y 2000, afirmó que más de 69.000 personas murieron o desaparecieron como consecuencia de la insurgencia de Sendero Luminoso y la respuesta del gobierno de Alberto Fujimori.

La incierta vinculación de Castillo con Sendero Luminoso tiene a muchos conjeturando sobre su posible triunfo. The China Project pregunto sobre este tema a Gastón Antonio Zapata, un académico peruano especializado en historia política, doctorado de la Universidad de Columbia y autor de “La Guerra Senderista: Hablan los Enemigos“, un libro que cubre la historia de Sendero Luminoso y algunos de sus principales líderes. Zapata considera que “Pedro Castillo no tiene relación con Sendero Luminoso. Ahora bien, una de las fracciones en las que se dividió Sendero ha participado en un sindicato magisterial en el que también ha participado Pedro Castillo. Han coincidido en una organización sindical magisterial, pero eso no lo hace partidario de ese grupo”.

En relación a la reciente masacre de 16 personas que devolvió Sendero Luminoso a las portadas de Perú, Zapata afirma que el hecho “ha sido condenado por todas las partes”, y aunque Keiko Fujimori intenta utilizarlo, Zapata no considera que tenga un peso decisivo en las elecciones. No obstante, el resultado electoral de este domingo 6 de junio puede inclinarse hacia cualquier lado. De acuerdo a Reuters, un sondeo del sábado 5 de junio “mostró que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú sigue en un empate estadístico, pero la candidata de derecha Keiko Fujimori está ligeramente por delante del izquierdista Pedro Castillo, por un margen de 0,7 puntos porcentuales”, añadiendo que “la encuesta tenía un margen de error de 1,4 puntos porcentuales”.

Mientras que el temor al maoísmo y al comunismo podría dar ventaja a la derecha en las elecciones presidenciales, la imagen de China en el país latinoamericano parece estar intacta: ambos países mantienen estrechos lazos económicos y en los últimos años sus vínculos diplomáticos han ido avanzando. Zapata afirma que “Perú, por ejemplo, ha firmado la iniciativa de la Franja y la Ruta y, además goza de un Tratado de Libre Comercio muy activo”.

De modo que, aunque la oscura sombra proyectada por un violento grupo maoísta pudiera inclinar la balanza a favor del candidato presidencial de la derecha, es probable que las inversiones y el comercio procedentes de China -el mismo país que impulsó los sueños del “Presidente Gonzalo”- sigan desempeñando un papel clave en el futuro de Perú.