¿Podrá una mujer china divorciarse de su abusivo marido en su 5º intento?

Terminar con un matrimonio en China no es una tarea fácil, especialmente cuando la mujer quiere poner fin al vínculo y el hombre se niega.

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Imagen de Reuters.

Artículo original escrito por Jiayun Feng / 8 de julio, 2021.

En noticias que son a la vez profundamente perturbadoras y comunes, otra mujer china se encuentra librando una dura pelea con un tribunal local mientras intenta poner fin a su infeliz matrimonio.

Según el medio chino The Paper (en chino), la mujer de 36 años, de apellido Chen, presentó su petición de divorcio más reciente en junio pasado en Huangshan, provincia de Hubei. Esta fue la quinta ocasión en que intenta liberarse de un matrimonio disfuncional que se caracterizó por el comportamiento violento y controlador de su esposo.

Cuando Chen comenzó a salir con su futuro esposo, a quien se conoce como Sr. Hu en los informes de prensa, las cosas estaban bien. Pero no mucho tiempo después de que la pareja se casó en septiembre de 2016, a Hu le diagnosticaron un trastorno de personalidad paranoide, junto con otros problemas de salud mental, como depresión y trastorno bipolar.

Al principio Chen fue comprensiva, pero los síntomas de Hu empeoraron gradualmente con el tiempo, declaró ella a The Paper. Para febrero de 2017, la mujer ya no podía tolerar los episodios regulares de ira injustificada y violencia física ocasional de Hu, por lo que presentó una petición de divorcio a un tribunal de familia local. Su primera solicitud fue denegada. Y, durante los siguientes cuatro años, también lo fueron otras dos solicitudes posteriores y una apelación. 

En sus peticiones, Chen insistió en que el comportamiento abusivo de Hu, ejemplificado al monitorear sus conversaciones telefónicas y acecharla cuando salía, “afectó gravemente” su vida matrimonial y eventualmente la llevó a querer terminar la relación. Sin embargo, Hu respondió que el matrimonio aún se podía salvar, a pesar de que la pareja había estado separada desde 2017.

El tribunal se puso del lado de Hu en repetidas ocasiones y rechazó las solicitudes de divorcio de Chen, argumentando razones como falta de pruebas, hasta que el caso no era elegible para una intervención legal. En una sentencia dictada en 2020, el tribunal justificó su decisión diciendo que la pareja tenía “una base bastante buena para la reconciliación”, porque habían convivido incluso antes de casarse.

“La causa fundamental de su conflicto es que el marido está enfermo. Está en una posición en la que necesita el cuidado y la compasión de su pareja. La esposa debe asumir la responsabilidad de atender a su esposo”, escribió el tribunal en un documento citado por The Paper.

Chen apeló la decisión, alegando que Hu ocultó sus condiciones de salud antes del matrimonio. Pero el tribunal confirmó su fallo original, con el argumento de que Hu no proporcionó pruebas suficientes para establecer que Hu tenía la culpa. “La relación aún no se ha roto de forma irreversible. Es posible que la pareja vuelva a reunirse”, declaró el tribunal, citando una razón usualmente repetida en casos en los que a una mujer china se le niega el divorcio, a pesar de encontrarse en una situación obviamente angustiante.

El principal argumento de la corte, que esencialmente exige que Chen haga concesiones y asuma la carga de reparar su matrimonio arriesgando ser agredida físicamente y abusada emocionalmente, aparentemente es compartido por la familia de Hu. En una entrevista (en chino), el hermano del esposo reveló que éste no tenía intención de divorciarse de Chen, y agregó que, sin importar el resultado del juicio, Hu pediría una compensación de 970.000 yuanes (casi US$150.000) por el “estrés emocional” que su esposa le hizo pasar. 

Desde la publicación del artículo en The Paper, la historia de Chen ha atraído la atención de las redes sociales. En Weibo, el principal hashtag (en chino) asociado con la noticia ha generado más de 100 millones de visitas, y los comentarios han apoyado abrumadoramente a Chen. “Espero que la esposa tenga la protección adecuada, tanto de su seguridad como de su propiedad. Cuando las personas con enfermedades mentales cometen delitos, a veces no se les hace responsables de sus acciones”, escribió un usuario de Weibo (en chino).

La situación de Chen se parece mucho a la experiencia de Níng Shùnhuā 宁 顺 花, la mujer de 33 años a la que finalmente un tribunal de la provincia de Hunan le permitió terminar su abusivo matrimonio en abril pasado después de intentarlo por cinco años. También comparte algunos similitudes con la historia de Liu Zengyan, quien tuvo que saltar desde un segundo piso para escapar de la golpiza de su esposo. La caída dejó a a Liu con múltiples fracturas y parálisis temporal, pero un tribunal local en Henan insistió en que ello no era suficiente para otorgarle a Liu el derecho a abandonar a su violenta pareja. Al final, fue necesario que un video del incidente se hiciera viral para que la presión empujara al tribunal a reconsiderar su decisión y fallar en favor de la mujer.

Los cónyuges en China se enfrentan a dos obstáculos: leyes contra la violencia doméstica que se aplican de manera deficiente, junto a crecientes barreras para el divorcio, como la exigencia legal de un período de “reflexión” de 30 días para las parejas que buscan separarse. El problema afecta de manera desproporcionada a las mujeres, que representan más del 70% de los cónyuges iniciadores en los casos de divorcio, y particularmente pone a quienes sufren violencia doméstica en una peligrosa posición: al vivir con un abusador, 30 días son más que suficientes para terminar herida o muerta.