Francis Fukuyama: El COVID-19 Amenaza La Democracia Y La Paz a Nivel Global
¿Cuál es la clave que determina la resistencia de un país al coronavirus? Francis Fukuyama, renombrado politólogo estadounidense y autor de El Fin de La Historia, argumenta que la respuesta no está en el tipo de régimen, sino más bien en si los ciudadanos confían o no en sus líderes, y si estos dirigen un estado competente y efectivo.
En una reciente entrevista realizada por Audrey Jiajia Li, Fukuyama comenta el desempeño de las democracias y los países autoritarios durante la pandemia del COVID-19, así como las implicacias de esta crisis para el orden mundial.
La Situación de Estados Unidos
En un reciente artículo (“Lo que determina la resistencia de un país al coronavirus” en The Atlantic), usted menciona que el determinante crucial en el desempeño frente al COVID-19 no será el tipo de régimen, sino la capacidad del estado y, sobre todo, la confianza en el gobierno. En cuanto a Estados Unidos, usted dijo que si bien al principio puede ser lento en actuar, una vez que se pone al corriente, puede igualar las capacidades de la mayoría de los gobiernos autoritarios, incluyendo a China. Pero ¿podemos decir que aún no estamos allí?
Dije dos cosas. Necesitas capacidad estatal básica, y las democracias no son necesariamente peores. Pero el otro problema es que también necesitas confianza en el gobierno, y en este momento eso es algo que realmente no tenemos, debido a este alto grado de polarización política en Estados Unidos. Han habido muchas protestas de ciudadanos y políticos de estados republicanos contra los cierres porque, desafortunadamente, ese problema se vuelve polarizante.
Esta es solo una de las desafortunadas condiciones políticas de Estados Unidos en este momento. Me parece que si tuviéramos un presidente diferente no estaríamos en la misma situación. Creo que para noviembre Trump podría ya no estar, entonces podemos volver a un tipo de líder más normal, pero hasta que eso ocurra me temo que estamos estancados en esta situación.
¿Entonces cree que el Presidente debería asumir una mayor responsabilidad?
Sí, creo que como el líder, él tenía una gran responsabilidad para avanzar en esta tarea. Y este es uno de los problemas de elegir a alguien con pocos antecedentes y conocimientos como los que nuestro presidente posee. Pero también está arraigado en esta división que existe en la sociedad estadounidense, que existía antes de que Trump fuera elegido y que, desafortunadamente, es probable que continúe después. Creo que es realmente la mayor debilidad de Estados Unidos en este momento.
¿Cree que esta pandemia podría costarle la reelección a Trump?
Me parece que hay muchisimas pequeñas señales de que esto realmente no es bueno para él. Su principal argumento para ser reelegido fue la economía en auge, y ahora nos dirigimos a una de las recesiones y depresiones más profundas que hemos experimentado en nuestra vida. Pero lo que es más importante, su desempeño en esta crisis ha sido tan horrible que pienso que la gente quiere a alguien competente como presidente, y eso realmente lo va a lastimar mucho.
¿Qué ocurre con el equilibrio entre el poder del gobierno y la libertad individual? La cuarentena es obviamente una restricción de esa libertad individual, y estamos viendo personas que protestan contra la orden de quedarse en casa en nombre de proteger la libertad ¿Cuál es su opinión sobre usar el poder del gobierno destinado a proteger a todos del virus, cuando tales medidas de aislamiento obligatorio están poniendo límites a la libertad de las personas?
La razón por la que las personas protestan no es porque piensen que alguna libertad importante está siendo cuestionada. Uno de los manifestantes se quejaba de que no podía cortarse el pelo. Nadie serio diría que la libertad de cortarse el pelo es más importante que mantener vivos a sus conciudadanos. Esa es sólo una posición ridícula. El problema es que nuestros alineamientos políticos se han convertido en fuentes culturales de identidad. Entonces, para las personas a las que les gusta Donald Trump, minimizar la epidemia y demostrar que no le tienen miedo al virus se ha convertido en la señal de que uno es parte del equipo, es parte de una tribu que no cree en la seriedad de la enfermedad. Y aún cuando no es racional, no está basado en ningún tipo de evidencia científica, ese deseo por ser parte del equipo es tan fuerte que abruma la razón de las personas.
¿Cree que las acciones inadecuadas del gobierno pueden ser el resultado del énfasis excesivo de la sociedad sobre la libertad individual?
No estoy seguro de que este sea el caso. Si observas emergencias anteriores, cuando Estados Unidos estaba peleando en dos guerras mundiales, o incluso la situación después del 11 de septiembre [de 2001], había mucha unidad nacional y la gente no se quejaba de la pérdida de libertad al enfrentar una amenaza externa. Justo ahora, esta es la situación que es muy específica con respecto al entorno particular que ha emergido. Y creo que eso es algo muy importante a enfatizar para los lectores chinos, y es que no creo que la respuesta estadounidense te diga alguna cosa sobre la democracia como sistema general de gobierno.
Por ejemplo, si nos fijamos en Corea del Sur, el gobierno surcoreano tomó la crisis seriamente, comenzaron a prepararse para ella desde enero, antes de que hubiera algún caso en Corea del Sur. Comenzaron a desarrollar exámenes que se volvieron ampliamente disponibles. Tienen un sistema de atención médica y permitieron que el tratamiento del virus fuera gratuito para todos sus ciudadanos. Y delegaron la autoridad para administrar el sistema a una experta en salud pública: ella era una funcionaria permanente que tenía una muy buena experiencia en este tipo de problemas. Y como resultado lo han hecho mucho mejor que China en términos del control de la enfermedad, y son una democracia. De hecho, lograron celebrar una importante elección a nivel nacional justo en medio de esta crisis global, y lo hicieron con éxito. Así que no me parece que el hecho sea que las democracias no puedan manejar este tipo de cosas. Es sólo que la democracia estadounidense en este momento en particular está muy aproblemada. [El manejo del virus] refleja profundas divisiones dentro de la sociedad.
Pero a excepción de Corea del Sur, hasta el momento la mayoría de las democracias a nivel mundial no han hecho un trabajo lo suficientemente bueno, por lo que algunas personas argumentan que esta lamentable situación es el precio de la libertad en las democracias. En otras palabras ¿no deberíamos culpar al gobierno en la medida que, en primer lugar, el poder del gobierno es limitado?
No creo que puedas argumentar que los gobiernos autoritarios en su conjunto lo estén haciendo mejor. Tienes un par de casos, están China y Singapur que lograron superar esta crisis a través de métodos autoritarios. Pero hay muchos otros países autoritarios que están haciendo un trabajo terrible, y han sufrido. Rusia es un buen ejemplo: el virus realmente se han descontrolado en Rusia. Y en Bielorrusia tienes un presidente que argumentaba que el virus no era una amenaza y que podría ser derrotado bebiendo mucho vodka. Y en Turkmenistán ni siquiera se permitía usar la palabra coronavirus, o el gobierno te arrestaría. Por lo tanto, no es el caso de que, en general, los gobiernos autoritarios estén respondiendo bien.
Pero el problema no es si las democracias o los regímenes autoritarios [lo hacen mejor], es en realidad si cuentas con una buena capacidad estatal y si el gobierno realmente tiene la confianza de sus ciudadanos. Y eso puede suceder en una democracia o en ciertos estados autoritarios.
¿Cuál es su opinión sobre el posible cambio en el equilibrio de poder entre el gobierno federal y los gobiernos estatales después de esta crisis? Esto considerando el reciente debate sobre quién tiene el poder de “reabrir” la economía [en Estados Unidos], y con la celebración en la Casa Blanca de sesiones informativas diarias, mientras las autoridades estatales han hecho la mayor parte del trabajo en la primera línea.
Creo que en esta situación, donde tienes un gobierno federal no muy competente, en realidad es muy bueno tener el sistema del federalismo, porque los estados individuales no tienen que esperar a que el gobierno federal tome medidas, y eso es realmente lo que sucedió en lugares como California, Nueva York e Illinois, entre otros.
A su vez, en Estados Unidos hay realmente una gran diferencia en la forma en que el virus se ha propagado: primero golpeó a las ciudades abarrotadas, especialmente a Nueva York, pero también a Detroit y Nueva Orleans. Pero hay muchos estados rurales en los que no ha ocurrido una crisis muy grande y, por lo tanto, esos gobernadores han adoptado una actitud más relajada. Ahora, puede que resulte ser un gran error, porque eventualmente el virus llegará a todas partes y puede que en realidad paguen un precio más alto por haber esperado.
Pero hay que considerar que Estados Unidos es un país muy diverso, tiene muchas regiones y culturas diferentes, entre otros aspectos, así que me parece que en general nuestro sistema federal es importante para permitir ajustes locales a las condiciones.
Hablando del nivel de confianza otorgado a la capacidad del liderazgo de una nación, que usted argumenta es un factor importante para definir el éxito o el fracaso en esta lucha: como usted lo indicó, tanto el liderazgo de alto nivel de EE.UU. como el de China inicialmente minimizaron la gravedad del problema. En un caso como este ¿ha contribuido la confianza en la capacidad de los líderes al empeoramiento del problema?
La confianza en sí misma no es necesariamente algo bueno si confías en alguien que es incompetente, que no sabe lo que está haciendo o que tiene malas intenciones. En ese caso vas a empeorar la situación. Las formas apropiadas de confianza se basan en estar seguro de cualquiera que sea la persona que conduzca el gobierno, esta sabe lo que está haciendo: tiene que basarse en la experiencia, la educación, la capacidad de lograr realmente las cosas. Y si tienes ese tipo de gobierno, entonces la gente va a confiar.
Nuevamente, solo citaré al ejemplo de Corea del Sur, porque delegaron la responsabilidad de manejar la epidemia a expertos serios en salud pública. Los niveles de confianza en el gobierno de Corea del Sur han aumentado, y esa es parte de la razón por la que el partido gobernante ganó las elecciones, porque la gente vio que eran muy competentes y los recompensaron por ello.
Pero ¿no es ese el fenómeno de “congregarse alrededor de la bandera”? Incluso el índice de aprobación de Trump una vez alcanzó un récord 49% ¿No?
Eso fue hace aproximadamente un mes, desde entonces ha vuelto a bajar. Está nuevamente en la parte baja de los 40s. Creo que hubo un breve impulso que muchos líderes reciben cuando se enfrentan a una gran crisis por primera vez. Pero creo que una vez que ha pasado, la gente se da cuenta de que realmente no sabe lo que está haciendo. El tema es que otros líderes, cuando pasaron por este tipo de fenómeno de “congregarse alrededor de la bandera”, vieron su popularidad subir a 60%, 70%, 80%. Esto le sucedió a [Emmanuel] Macron en Francia y a otras personas, pero Trump nunca superó el 50% y retrocedió rápidamente, por lo que creo que realmente no se benefició mucho de eso.
Sobre China
Usted mencionó en una reciente entrevista que el modelo de China es el más exitoso entre los modelos no occidentales, que es una combinación de interferencia estatal y capitalismo, ya que al menos le importa brindar apoyo a las personas. En su opinión ¿puede la experiencia de China ser de alguna ayuda para el resto del mundo y, de ser así, de qué manera?
No creo que el modelo de China se pueda exportar fácilmente a otros países que no tengan las tradiciones culturales de China. Las tradiciones más antiguas de China tienen que ver con la meritocracia, con la educación, con una burocracia que se elige en función del mérito, y es una forma muy autodisciplinada de gobierno, de la cual el Partido Comunista tiene una versión. Y creo que es extremadamente difícil establecer ese tipo de modelo en países que no tienen las tradiciones confucianas que sí tiene China. Si lo lleva hacia América Latina o África subsahariana, donde realmente no hay una tradición estatal comparable a la de China, se convierte en una excusa para una especie de gobierno autoritario desagradable e ineficaz.
Si nos fijamos en partes del mundo en las que este tipo de modelo autoritario ha funcionado relativamente bien, al menos en la producción de crecimiento económico, casi todas están en Asia Oriental. Corea del Sur bajo la dictadura, Taiwán bajo el Kuomintang en sus primeros días y Singapur -lugares que están en la esfera cultural de la influencia china- me parece que comparten este tipo de tradición de burocracia y gobierno centralizado, y es por eso que han podido hacerlo relativamente bien.
Es tal vez por eso que Corea del Sur es diferente de las democracias occidentales en términos de luchar contra el virus, es un país de Asia oriental y tienen la influencia del confucianismo.
Es verdad. Pero ya sabes, si observas el desempeño de Alemania, o varios de los países escandinavos como Dinamarca, Noruega y otros, también lo han hecho muy bien en esta crisis porque esta tradición de gobierno burocrático no es exclusiva de China. Hay otros países occidentales que también tienen una fuerte tradición burocrática, por lo que creo que también han tenido otras fuentes culturales en las que basarse.
En Occidente el colectivismo, en oposición al individualismo, generalmente se ve como algo malo, si no diabólico ¿Cree que esta crisis y el desempeño de China pueden obligar a las personas a reevaluarlos estos conceptos?
En primer lugar, no hay ningún país que esté simplemente del lado del individualismo o el colectivismo. Todos los sistemas políticos deben poder actuar colectivamente cuando sea necesario, y deben respetar las preferencias individuales cuando puedan. Entonces, realmente es una cuestión de dónde se establece el equilibrio entre los dos, y creo que es cierto que en China el colectivismo ha sido mucho más poderoso que los derechos individuales.
Creo que Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países occidentales han pasado por este período de lo que a veces se llama neoliberalismo, en el que los individuos están elevados, realmente están muy por encima del estado, y el estado es considerado como una fuente de ineficiencia y tiranía potencial contra los individuos. Y creo que eso simplemente fue llevado demasiado lejos, así que me parece que una de las cosas que ocurrirá es que en la mayoría de los países occidentales el neoliberalismo en ese sentido ha muerto, y la gente volverá a un tipo diferente de liberalismo en el que creían en las décadas de 1930 o 1940. Queremos proteger los derechos individuales, pero el estado tiene un papel importante en la protección de las personas y en la creación de protecciones sociales, en la creación de sistemas de salud y pensiones, y otras cosas de esa índole. Creo que comenzó a ocurrir antes de esta crisis, y me parece que probablemente se acelerará debido a esta crisis.
En este momento estamos escuchando una teoría de que esto realmente podría ayudar a China a convertirse en el principal líder mundial, en lugar de Estados Unidos ¿Qué piensa sobre esto?
Creo que es demasiado pronto para decirlo, porque la gente todavía tiene muchas preguntas sobre el rol de China. Por ejemplo, China permitió que la epidemia creciera mucho más de lo necesario porque no tomó en serio advertencias de personas como el Dr. Li Wenliang, el cual murió. Así que pienso que tendremos que esperar y ver cómo se desarrolla esto.
Los medios de prensa estatales chinos han dicho que usted no es alguien que esté entusiasmado con todos los logros de China, ni tampoco condena siempre a China ¿Estaría de acuerdo con esa evaluación?
He sentido que muchas personas en occidente realmente no entienden la historia china y las profundas tradiciones culturales que existen en el país, y una de las cosas que he intentado hacer con mi obra es familiarizar a los lectores occidentales con algo de esa tradicion. La tradición del estado chino se remonta casi dos milenios antes que la que existía en occidente, por lo que merece mucho estudio y respeto. Es importante que la gente entienda las cosas que China ha hecho históricamente que son dignas de respeto.
También soy muy crítico porque pienso que el poder del estado debe estar limitado por el estado de derecho, debe rendir cuentas, no solo al antojo de los gobernantes sino por cosas como las elecciones, y esas son cosas que China realmente no tiene. El problema en China es realmente causado por una excesiva autoridad estatal que a menudo conduce a tiranías, a muy malos resultados. En ese respecto, es posible respetar a China por las cosas que hace bien, pero también es muy importante ser crítico de China cuando excede los límites de lo que considero un régimen bueno y equilibrado.
La globalización y la relación EE.UU.-China
Beijing se ha convertido en un objetivo a culpa en los Estados Unidos, por ambos partidos políticos ¿Cree que esto perjudicará el combate al virus?
En este momento es muy dañino porque necesitamos cooperar para intentar comprender la enfermedad y compartir información. De hecho, firmé una declaración que circuló entre una serie de académicos especialistas en el tema de China pidiendo una relación mucho más cooperativa. Pero eso no significa que no pueda seguir siendo crítico con otras cosas que hace China, en la forma en que trata a sus ciudadanos, en la manera en que su política exterior ha funcionado, y así sucesivamente. Creo que ambas cosas son necesarias, tanto el apoyar la cooperación útil como el ser crítico.
Las relaciones entre Estados Unidos y China pueden estar en su punto más complicado en este momento ¿Es optimista respecto a que ambos países aún pueden cooperar en lugar de dirigirse hacia un choque inevitable?
Me parece que los choques son realmente una cuestión de liderazgo, y hay poderosas razones para que China y Estados Unidos eviten colisiones más serias. Tiendo a pensar que no dejarán que eso ocurra, pero eso es lo peligroso de una crisis como esta: realmente hace que las personas se sientan mucho más nacionalistas, incentiva a los líderes que quieren culpar a otras personas de sus propios errores. Y puedes ver que eso está sucediendo ahora mismo en ambos lados. Por eso es un momento peligroso.
Usted mencionó que la globalización había alcanzado su punto máximo antes de la crisis. Durante esta pandemia, hemos visto un cambio, pero usted afirmó que es imposible que el mundo retroceda medio siglo. Pero claramente el populismo, la xenofobia y el nacionalismo prevalecen en este momento ¿Por qué todavía confía en el futuro de la globalización?
Nuestra atención está cambiando rápidamente de la pandemia en sí misma al daño económico causado por la pandemia. Y sigue siendo el caso de que si no tienes un orden económico global relativamente abierto, todos se volverán mucho más pobres de lo que son ahora, y no vas a tener recursos para alimentar a las personas. Sólo voy a tomar el ejemplo de la comida: la mayoría de los países no producen suficientes alimentos para alimentar a su población, por lo que si no tienes comercio internacional la gente comenzará a morir de hambre. Es ese tipo de realidad la que obligará a las personas a reconocer que cierta parte de la globalización es absolutamente necesaria para mantener el tipo de vida que ellos esperan vivir.
La propagación global del COVID-19 ha provocado un llamado a diversificar las cadenas de suministro fuera de China. Con respecto a la dependencia de China ¿Cree que el comercio mundial será totalmente diferente después de esta crisis?
Eso comenzó mucho antes de la crisis. Como resultado de la guerra comercial, muchas empresas se dieron cuenta de que eran muy vulnerables si ubicaban demasiadas de sus cadenas de suministro en China, por lo que las han trasladado rápidamente a otros países como Vietnam o la India. Eso no es necesariamente malo: la forma en que el mundo operaba en la cima de la globalización lo hizo muy frágil, en el sentido de que todo estaba tan interconectado en un sistema de fabricación con escaso margen de tiempo, donde algo hecho en Shenzhen tenía que ser enviado a Tokio y luego enviado a Estados Unidos dentro de dos o tres días. Significa que cuando se produce una gran interrupción, como la que estamos experimentando ahora, todo el sistema colapsa.
Es probable que se preste más atención a la capacidad de recuperación de nuestros sistemas, lo que significa mayor atención a los riesgos que presentan estas complejas cadenas de suministro, y eso podría significar trasladar algo de manufactura a los países de origen, o al menos diversificar las fuentes de suministro. Dado que China ha sido un proveedor tan grande, eso probablemente significa mover muchas operaciones fuera de China.
La pandemia significa que las personas se enfrentan a una gran incertidumbre ¿Cree que esta vez traerá paz y estabilidad, o más convulción? Y en términos de libertad y democracia ¿Cree que esto es bueno o malo?
En general, los peligros son mucho mayores que las oportunidades. Creo que hay oportunidades para mejorar políticas e instituciones, pero en este momento los peligros son mucho más serios, porque cuando las personas tienen temores y están amenazadas económicamente, es probable que respondan con miedos sicológicos más negativos y odio, entre otros. Me preocupan tanto la democracia como la paz a nivel global, porque podríamos estar perdiendo ambos.
Eso es muy pesimista.
Sí, pero también realista, al menos a corto plazo.
Hablando de odio, hemos visto mucho ello en todo el mundo. Por ejemplo, personas de aspecto chino han sido abusadas verbal y físicamente ¿Es eso normal durante crisis como esta?
Lamentablemente, creo que es bastante típico. Es terrible cuando eso sucede y creo que la gente necesita estar atenta y asegurarse de que reducimos ese tipo de cosas, pero sí creo que ésta es una reacción natural para las personas que tienen miedo. Tenemos que aprender a vivir unos con otros, así que me imagino que algo de esto probablemente desaparecerá una vez que las personas se den cuenta de que su situación ha cambiado para bien.
Henry Kissinger escribió que la pandemia del coronavirus alterará para siempre el orden mundial ¿Hasta qué punto está de acuerdo?
Pienso que acelerará los cambios que ya estaban ocurriendo, porque Asia lo ha hecho relativamente mejor en el control del virus, por lo que el centro de gravedad, económicamente, continuará moviéndose en esa dirección. Estados Unidos ha sido el principal exportador de petróleo, pero ahora su industria petrolera está colapsando por la caída en los precios del crudo… Creo que hay algunos grandes cambios en la distribución global del poder que han sido generados por esta crisis.
Y Estados Unidos ya no apoya a ciertas organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, las que mantienen el orden mundial y las reglas internacionales.
Esa podría ser una situación bastante temporal. Si [Joe] Biden es elegido en noviembre, creo que la política estadounidense hacia estas organizaciones internacionales cambiará en 180 grados.
¿Qué tan probable ve que Biden gane las elecciones?
Lo ha hecho muy bien en una serie de primarias. Está claro que los votantes demócratas tienen mucha energía, y uno sabe que la mayor ventaja de Trump era la economía, y ya no le esta yendo tan bien en esa categoría. Creo que ahora mismo hay una serie de señales que son muy favorables para Biden.
Artículo original escrito por Audrey Jiajia Li / 1º de mayo, 2020